Por qué razón iba a fijarse el conjunto Heineken, que en España factura más de mil millones, en una pyme con ventas de apenas ochocientos euros como la posibilidad de comprar bebidas online en cocktail market? La verdad es que ha hecho algo más que eso. Esta semana anunciaba la adquisición del cincuenta y uno por ciento de La Cibeles, una de las cerveceras artesanales más esenciales de la capital de España. “Nuestra estrategia de desarrollo se basa en la innovación y en el desarrollo de una cultura cervecera cada vez mayor. Medramos desde dentro, somos siendo conscientes del interés que la cerveza artesana lúcida en el consumidor y de su capacidad para producir experiencias de gran valor para este, hace unos años que nuestra compañía empezó a trabajar en el terreno de las craft [artesanas]”, aseguraba un portavoz.
Como el Beato Grial, las grandes compañías persiguen desde hace un buen tiempo un mercado en efervescencia… que, no obstante, no representa más que el 1 por ciento de las ventas totales de cerveza en el país. El año pasado, conforme una investigación de Notifica DBK, las quinientos once firmas artesanas facturaron cuarenta y siete millones y generaron ciento setenta hectolitros. Su facturación medró un treinta y uno por ciento , sí, mas son una gota en los treinta y siete con seis millones de hectolitros que genera el conjunto del campo, que factura cerca de cuatro mil ochocientos millones. Y, no obstante, este micromundo del lúpulo y la cebada hace poco a poco más estruendos. El año pasado el gigante Molson Coors se hizo con la toledana Cerveza La Sagra; el líder mundial AB InBev adquirió, por su lado, La Virgen, y Mahou tiene entre sus participadas 2 craft en E.U. (Founders y Avery Brewing), aparte de tener el cuarenta por ciento de la cervecera familiar de España Nómada Brewing.

Lejos quedan aquellas palabras pronunciadas hace unos años por el presidente de Damm, Demetrio Carceller, cuando temía que esas cervezas hechas “en garajes” fueran a provocar “algún fallo de calidad” que acabase indigestando a algún consumidor y afectando al resto de marcas. “Todas las factorías tienen su registro sanitario, está todo regulado. Hemos hecho una enorme tarea de acreditación y capacitación, si bien en este último aspecto hay trabajo por hacer. No podemos provocar nada en el consumidor, alén de que nuestra cerveza le guste o bien no”, responde Javier Donate, presidente de la Asociación De España de Cerveceros Artesanos Independientes.
En Europa las artesanas pisan fuerte: en R. Unido hay dos mil trescientos sesenta y ocho elaboradores; en Francia más de mil, en Alemania ochocientos veinticuatro. “Es un fenómeno que espero que haya venido para quedarse. Tiene un enorme contenido en innovación y no piensa a corto plazo, las compañías apuestan por crear valor, por la utilización local. Están promoviendo mucho el emprendimiento”, apunta Jacobo Olalla, directivo general de Cerveceros de España.
Para explicar ese creciente interés, Javier Donate habla de que el mundo craft produce novedades continuamente. “Somos muchos mas pequeñísimos, con mucha imaginación. No llegamos ni a la uña de cualquier industria…, es como equiparar una tienda de distrito con una enorme superficie. Mas medramos, y nuestro trabajo hace que la gente pregunte, se interese por la cerveza”.
Ese es uno de los valores que persiguen los gigantes. Benet Fité, directivo general de la unidad de Nuevos Negocios de Mahou San Miguel, reconoce que hace múltiples años que advirtieron que la tendencia iba a calar en España. “Nos amoldamos y fuimos vanguardistas en este sentido”. Prosiguen impulsando ideas para propagar la cultura craft, como el centro Brewhub de Córdoba, un espacio donde maestros del ramo comparten conocimiento y pueden realizar sus productos. “En España estamos en un nivel muy naciente. En U.S.A. este segmento representa el veinticuatro por ciento del valor del mercado, y llevamos 5 años de arranque real y no llegamos ni al 1 por ciento . Es esencial estar ahí a fin de que esto medre, que sea una categoría”. Es una apuesta de futuro que, afirman, proseguirán apoyando.
Si bien su peso sea exageradamente pequeño, desde Nielsen su analista Celia Rodríguez se expresa con exactamente el mismo entusiasmo. “Cuantitativamente carece de importancia, mas es cierto que los ayuda. Es un mercado muy activo en parte merced a las artesanales, algo que aprovechan las grandes”. Este año el valor de las ventas de cerveza en el súper medra un tres por ciento (mil veintisiete millones en los 3 primeros trimestres), “y lo hace merced a este mix de cervezas con mucho volumen y otras más caras y artesanales”.
Merced a las artesanas, en un ámbito tan maduro como el de la cerveza están apareciendo otros instantes de consumo donde se pagan 2 o bien 3 euros por una botella en el súper. “El sesenta y tres por ciento del aumento de los costos procede de marcas más caras. Si bien no sean una enorme competencia para las grandes cerveceras, los ayudan a estimular el mercado”, insiste Rodríguez.